martes, 30 de julio de 2013

Para Paqui, siempre (2)

Ahora que no existe el río, existe el río.
Mira qué fácil es el amor.

...tú estabas sentada en los escalones
tocando aquella guitarra
de cuando los tiempos de Buda...

entonces no existía el alfabeto
del olvido y soñábamos con morir
juntos y de viejos.

Creo que la sabiduría es vivir sin soñar
y entonces me aferré a la ilusión del despertar
en medio de la nada en un mundo de nada.

...la casa olía a copal, tú sonreías y preparabas el té,
los perros ladraban, la tierra olía a tierra,
las tardes no tenían tiempo, y tu andar ligero
reflejaba el vaivén perfecto del universo...

Sólo cuando dijiste adiós comprendí
que aun seguía en la pesadilla de mi mismo
buscando en medio de la alucinaciones
la fantasía real de mi corazón irreal.

...buenas noches, dices
y me duermo en el lado más frío
de tu ausencia...

...buenos días, digo
y despiertas en el lado más tibio
de mi memoria.

martes, 23 de julio de 2013

Para Paqui, siempre (1)

 A continuación el texto y el archivo de voz donde leo el poema.



 En Benilloba, es decir, casi en el fin --o en el comienzo-- del mundo encontré tu luz y cambió mi vida.

¿...y nuestro mandala?

...el tiempo se diluye en el tiempo
y en mi corazón una roca que crece
en suelo árido.  No hay espejo donde mirarme

mi manos para nombrarte...

Solo y triste veo crecer los tomates
en nuestro huerto.

Triste y solo voy al río
y ya no estás.

Mi memoria enloquece...

...te veo bailando dentro de un círculo de fuego.

Siempre fuego purificando
lo que tocas.

Destruí el mandala
con mis patas de animal
que hiede, hiere...

...nuestro mandala que sabías recomponer
cada noche con la belleza milenaria
de tu frescura...

Sin palabras de perdón me arrastro...

...sin saberme vivo, muero
sin querer vivir, vivo
sin buscarte te encontré

y sin conocer el amor perdí tu forma de amar...

¿Quién eres en medio del espacio
                    del no-ser?

Rabia de mi comiéndose mi rabia...

Fuiste luna llena
sombre la montaña que en un sueño
me avisó del límite --exacto-- del universo...

Juré amarte
y un diablo comió mis promesas
un espíritu inmundo --como yo--
que no supo sumar ni multiplicar.

Lo mejor de tu amor fue olvidarme
así comenzó tu verdadera libertad

y entonces yo construí tu fantasma
con el que vivo cada noche...

arropándome en supersticiones

sangrando por las heridas que causé

sollozando como caníbal
que relame su propio cadáver.

La bestia del ego (3)

Asumir una simple vida simple llena de gratitud y compasión. 

Y dentro de esa simpleza, vivir con sabiduría penetrante, intensa, siempre de cara a la intuición y no a los juicios y rodeos intelectuales de siempre --cargados de mala conciencia o conciencia reactiva--.

¿Es posible vivir de ese modo sin renunciar al día a día con sus obligaciones, lamentos, necesidades, compromisos, deberes, distracciones, placeres y sufrimientos?

Que no hay vida sin acción, me dije hace muchos años cuando vivía engañado por mis propias fantasías egocéntricas, con las insoportables y miserables proyecciones mentales del bla bla bla interior, de ese desierto que puede crecernos dentro rodeado de resentimientos, miedos, frivolidades de todo tipo, incluso, enmascaradas por las supuestas nobles ideas.

Pero sí, hay una vida activa, proactiva, creativa, salvaje y hasta sublime que a la vez puede ser una vida de la no-acción. Cuando vives concentrado en el aquí y ahora no tienes que actuar puesto que la no-acción es la profunda y verdadera acción --por estar motivada en aliviar el sufrimiento del mundo, al menos un poco y hasta donde pueda uno debido a sus propias limitaciones.

Vivir no centrado en uno mismo sino en los demás es la acción justa que se convierte en no-acción por no estar condicionada por las manipulaciones del ego.

La acción sólo tiene sentido liberador si está basada en la práctica del amor desinteresado. Llegar incluso al punto donde acción sea sinónimo de amor.

El egoísmo –la vida llena de miedos y apegos—es la fuerza que tira en dirección contraria. El egoísmo cuando no grita, es capaz de susurrarte los argumentos más abyectos con tal de que no despiertes a la vida espiritual.

Pero aspirar a una vida espiritual sin un buen adiestramiento de la mente, sin transformar nuestra mente ordinaria y miserable en una mente bondadosa y sabia, limpiarla de las excentricidades y la autoindulgencia, entre muchas otras engañifas, de nuestro ego, puede llevarnos a un error peligroso, a otra mentira para esconder nuestros dolores y frustraciones.

Puede uno llegar a creerse que vive verdaderamente lo espiritual cuando en realidad no está más que participando del materialismo mundano o espiritual con el casi todas las religiones y dogmas encierran al ser humano en un campo de concentración.

El ego ordinario se transforma en ego espiritual cuando no sabemos o no podemos transformar nuestra mente --la causante de nuestro verdadero sufrimiento-- en una mente más abierta, compasiva, paciente, alegre y concentrada en el presente --por tanto, en la vacuidad del tiempo, de la realidad, de los fenómenos, y en la vacuidad de la propia mente--.

Sin embargo, cualquier intento será fallido sino decidimos adoptar una vida ética basada en la no-violencia, el perdón, la paz, la reconciliación, el amor desinteresado y el altruismo.

No se trata de creer o no creer en Dios, Cristo, Mahoma, Buda, Brahma, Visnú, o cualquier otro dios, profeta, santo, ser iluminado etc, sino en amar al prójimo como a uno mismo.

Un simple vida simple basada en el buen corazón, el amor al prójimo, y la sabiduría que entiende la interdependencia de todo y de todos en el universo, y cuya inteligencia no se basa en la falsa dualidad, madre de todas las dicotomías, que da origen al odio y a las violencias de todo tipo.

Fugar, huir, romper con todo sistema de ideas y creencias --religiosas, ateas, anárquicas, escépticas, en fin, de cualquier tipo y seña-- que base sus argumentos en esa falsa dualidad ciega, ignorante que ha teñido de negro este hermoso mundo tan pasajero y lleno de colores.

Un mundo como un arco iris, un sueño, una ilusión que sin embargo hemos transformado en pesadilla.

jueves, 18 de julio de 2013

Mi madre y yo.


...doy de comer a
los pájaros
y mi madre regresa

en el recuerdo

...caminábamos en silencio
es decir con miedo
al pasar junto a la estación
de policías

yo rezaba sin saber rezar
y sufría sin saber sufrir

...firme como pájaro
que picotea mi madre
pisaba el asfalto

cerraba mis ojos
y en la oración mientras
dios iba comiéndose mis entrañas
la veía hermosa porque era

tan hermosa...

...el viento que antes laceraba
mi cara ahora
la acaricia

tiene el sabor
de tu aliento madre
y de los años
que perdimos

cuento migajas
y cada pájaro

agradece

este banquete
a la sombra
de un árbol.

sábado, 13 de julio de 2013

De mi libro de memorias "Matar a Buda"


Cuando tocas tu centro ya nada te detiene.

Mi centro es, por ejemplo, olvidarme de mí mismo antes de ser olvidado por la muerte.

En el olvido de uno mismo se conquista la libertad real (es decir, se vive sin ilusiones) que es la mente sin condicionamientos, por tanto, la mente que no tiene miedo –no siente miedo, no piensa en el miedo, ¿cómo puede hacerlo si ya nada la condiciona? 

Es duro, requiere de esfuerzo --en realidad de mucho esfuerzo--. Y nunca se consigue del todo, por supuesto.

Es duro porque significa haber reconocido la vida como un error. Decir "toda mi vida fue un error", requiere de coraje, de quedarse a solas con uno mismo, sin roles, sin identidades, entonces, ¿a quién vas a mentir?

 Y no se puede conseguir del todo porque hasta que no se extinga de manera total cualquier vestigio de un yo, estaremos hablando de él aunque sea para refutar su existencia real o imaginaria. Cuando logre conseguirlo –si alguna vez podría—ya no será necesario ni mencionar el tema. El silencio es. Y el silencio es lo único que es y puede ser verdaderamente.

La ignorancia me arrastra aunque ya la reconocí gracias a mi maestro y a las enseñanzas de Buda, y ahora intento liberarme de ella, cortarla de raíz con la espada de Manyushri.

No son palabras aunque lleven algo de pose. Todavía hay ego, por supuesto, todavía algo de mí se quiere exhibir, de lo contrario ya no escribiría, sería en verdad y de una vez lo que siempre he querido ser: un excritor

Pero a pesar de esto, algo más que palabras detrás de mis palabras, y de Manyushri, y del maestro y las enseñanzas  y de la propia ignorancia. Pero, ¿qué puede ser "ese algo más"?

Ese algo más es la voluntad de destruirme públicamente para de una vez dejar de existir.

No es solamente la voluntad de vivir manifestándose, para citar a Reynaldo Arenas, un espíritu que me acompaña todas las noches, sino también un hermoso y destructivo sentido de descuartizarme en medio de la plaza.  

¿Y esa necesidad de lo público? Es parte del ego, pero asimismo es parte del compromiso de destruirlo como una vez la necesidad de lo público fue parte de su vanidad  –nada mejor que combatir a nuestro ego con sus propias herramientas y en su mismo territorio.

Si te esfuerzas verdaderamente en la práctica, por ejemplo, de los ocho versos para transformar la mente; sólo en esta práctica, día y noche, momento a momento, ya no son necesarias más enseñanzas ni más prácticas. Uno se olvida de sí y se libera de las ataduras del ego, entonces, el yo verdadero se autolibera.

¡Pero no puedo! ¡Está claro que no puedo!, por eso aun tengo que escribir, es decir, fingir, y exhibirme. Sin embargo, esta manera de vivir contra mí mismo es más digna que mentir y peor aún, mentirme. 

Cuando no podemos practicar sólo los ocho versos, cuando nos resulta imposible practicarlos, incluso, nuestros obstáculos son tantos que ni siquiera podemos concebirlos --a los 8 versos-- de manera intelectual (es decir, llegar sólo a pensar en ellos  y aceptarlos momentáneamente como una idea más para reflexionar) y olvidarnos así por unos instantes de nuestras creencias e ideas, entonces cuando los obstáculos nos superan, debemos acudir a otras prácticas para que nos ayuden en el camino, como pueden ser, entre otras, estudiar la ley de causa y efecto, meditar en el karma, meditar todos los días en la muerte, o decir determinados mantras, y hacer postraciones mientras visualizamos frente a nosotros a todos los maestros desde el propio Buda Sakyamunhasta nuestro maestro actual de carne y hueso.

Por supuesto, el mejor antídoto para eliminar todos y cada uno de los obstáculos –pero a la vez el antídoto más difícil de conseguir incluso después de años de práctica sincera-- es meditar en la vacuidad del yo y la vacuidad de los fenómenos.

Pero, ¿por dónde empezar entonces?

Una tarde recordé a mi abuela: practica el buen corazón, me dijo una vez con otras palabras.

Y entonces recordé el título de una novela que finalmente nunca leí, pero que de igual modo sólo su nombre me marcó como una bestia para toda mi vida: Se bueno hasta la muerte.

Así comencé yo. Cada uno tiene su propio comienzo, a su manera, según su experiencia. Y mientras más rápido empieces, mejor. Es preferible darse cuenta por uno mismo y de una vez, y en tu propio beneficio -- y mientras más rápido mejor, no lo olvides, y perdona el consejo--. 

Me refiero a que no sólo lo pienses sino también que puedas llegar a creerlo: tu vida es un error mientras sostengas un yo ilusorio como real.

Es duro tragarse todo esto, lo sé. Pero no hay una segunda puerta para la liberación. 

viernes, 12 de julio de 2013

Para Lizi, siempre (1)

 a favor del mundo como metáfora
igual que la res cuando va al matadero
en contra de la metáfora del mundo
como patético payaso.

…tú lo sabías mejor que yo
  
el amor no tiene forma 
ni estilo ni lenguaje ni concepto.

Creo que alguna vez el zureo
de una paloma fue el síntoma
de todos los síntomas, el único
y verdadero texto…

…siempre fuiste lúcida y bella
elevándote sobra la lucidez
y la belleza, intensa, susurrante,
ingrávida, casi invisible

no te vi y si te vi
pronto te perdí de vista

qué estúpido enrocado
en el propio amor de mi amor propio.

Siempre fui viejo y estúpido
sólo tú me volvías niño
e inteligente pero tenía que
estar a tu lado

porque con facilidad
me perdí siempre en lo que nunca
fue de verdad importante

y la importancia de la verdad
que señalabas
jamás la contemplé
ciego en mi oscuridad…

Nuestro hijo que no tuvimos
pesa sobre mí como los años
y el final de los finales…

…tu linda casa destartalada
fue el laberinto del paraíso
y tu sonrisa picarona…

…la seriedad con que vivías
en medio del juego de la vida…

Ni alanis morissette
ni tus calcetines colgando en mi delirio

ni aquellas botas enormes con que
deambulabas la habana
y querías pisar fuerte
la libertad y las palabras…

Ni tu padre ni el mío ni nada
de nada a la vuelta de la nada.

Novia extraviada
     mujer-hueso
     mujer-valor
     mujer-silencio.

Ahora que voy a renacer
en la tierra de los sueños
te nombro una y otra vez
para que mi grito te llene
de vida. Ojala sea posible.

Ahora que has traído al mundo
a la primogénita del mundo
te veo claramente como la paloma
y la tigrsa que serás contra
el tiempo y la mentira de los hombres.

Perdonadme lo perdonable
Y lo que no, escúpelo
contra mi cara desfigurada
de ignorancia.

Una tarde de 1999
te rapaste anunciando sin saberlo
mi camino. Te recuerdo monja
tal como lo fuiste en otra vida
aunque no lo recuerdes

monja de la libertad
monja sin dios
monja sin monasterio ni dogma.

Espero y deseo que un hombre llamado
Siddharta conquiste tu corazón
si acaso tú misma
no eres ya Siddharta

llena de bondad y firmeza
contra la frivolidad del universo

el zureo de una paloma 
el zureo de una paloma 
el zureo de una paloma

miércoles, 10 de julio de 2013

En el cumpleaños de Jaad

Nací a las diez de la mañana de un 10 de julio.

Soy un hombre feliz a pesar de saber --por comprender de una vez y por todas-- que mi vida fue un error.

Un profundo y lamentable error.

Sin embargo no me arrepiento de nada sino solamente de mis malas acciones --que fueron muchas-- de palabra, cuerpo y mente.

Pero soy un hombre feliz --he sido un hombre feliz-- en medio de todos los desastres.

Feliz cumpleaños, Jaad.

martes, 9 de julio de 2013

Para Olga, siempre (1)


...eras tú temblando de miedo
e ilusiones en la habana o madrid...

...que me salvaste del hambre y el frío

...de la persecución y la cárcel

...de la locura de mi al borde de mi

y por supuesto, me salvaste
de mi yo enfermo cargado de
ideología y tedio...

...de mis palabras y venenos
de las mentiras, la enajenación
y también de la bondad
que puse en tus manos...

...ya no hay tiempo que voy contra el tiempo
no quedan oportunidades ni segundas partes

ni siquiera los huesos de Glorioso
ni la gorra bolchevique
que fue lo único que nos pidió
en tantos años de soledad y abandono...

¿qué fue de ti y de mí?

nadie nos espera donde nada nos espera

nada y nadie se desfiguran
entre  espíritu y fantasma

ni puerto de máspalomas
ni escobar 354

ni válgame dios un rincón del
universo tardío de nuestra ignorancia

¿qué hora es, olguita?

siempre regresaremos
por las mismas calles

del amor y el desamor

es decir, de la muerte...

por aquellos años
tú eras de izquierdas
y yo de derechas
¡qué manera tan torpe
de perder la vida!

¿y ahora? ¿cuenta para algo
el ahora?

una tarde de verano
una noche de invierno...

...y nosotros perdidos
en medio

del mundo

¿qué hora es, olguita?

miércoles, 3 de julio de 2013

A Glorioso Aguiar

Tú sabías que la realidad 
no vive de palabras.

¡Parece tan fácil entenderlo!

Tan obvio que es trivial
Tan trivial que es obvio

Pero entonces, ¿por qué 
no soportamos existir en silencio
o en los corazones pervive 
la tristeza y el odio?

Tocabas la realidad sin coartadas
                         ni astucia.
Te desplazabas en el tiempo
               sin necesidad de tiempo.

Tu paciencia y bondad
fue suficiente para amarte siempre

pero tu hijo te dejó solo

porque andaba prisionero de las ideas
y desmanes de su locura

idiota
apátrida
ciega
usurera.

No pude verte por andar
viendo el mundo
que no era el mundo real.

Ahora que la soledad y la muerte
vienen a por mi y asoman el hocico
hediondo y tieso
ningún arrepentimiento ni súplica
te traerán de regreso.

¿Por qué escribo
si estas palabras son tan inútiles
            como todas las palabras

que el hombre inventa para huir
de sí mismo en la ilusión
de una libertad que no existe?

Padre, ¿puedo ofrecer mi vida por ti?

Miro a mi nieto jugar
Va a llover y es miércoles y 
mañana jueves y luego viernes

Todo se vuelve simple y grande.
El mundo siempre fue un lugar hermoso.

Entra, no te mojes.

martes, 2 de julio de 2013

La bestia del ego (2)

Eres el dueño del mundo

aunque nada tengas
aunque no puedas
            ni creerlo

aunque nada puedas
ni creer ni tener.

Eres el amo de la realidad
aunque no seas ni amo
            ni tengas mundo.

Eres otra cosa diferente de ti
por eso no puedes
            ni creer ni tener
          
menos aún entender lo que aquí se dice.

Si todo te sabe a nada
Si nada sabes acerca de todo
Si todo lo sabes acerca de nada

entonces por regla de tres
               estás excluido

de todo saber
y de todo
y de nada

Es decir, eres el dueño y amo
de la realidad del mundo.


lunes, 1 de julio de 2013

La bestia del ego (1)

Llegué a desarrollar una capacidad neurótica impresionante, incluso estilizada. Un artífice de mi propia mentira, toda una enciclopedia de la infamia de mí mismo

Viajes fantásticos alrededor de mí, es decir, la mente narcisista me tenía psicológicamente demasiado ocupado. ¡Y yo que pensaba que estaba en la realidad!

De un proyecto literario a una fantasía sexual a un exabrupto político. Terminé como el monito loco del zoológico.

Así era feliz –o creía serlo—Así inventé la realidad de mi locura personal o la realidad personal de mi locura, da igual porque es lo mismo, quiero decir que mi mente era agua hirviendo.

Estuve dispuesto a morir por mi vida, ¿puede haber idiotez más patética? De hecho mi vida fue un suicidio tras otro como quien vive metaforizando el mundo y sin embargo odia las metáforas en la escritura.

Todo eso es el juego sucio –dramático o alegre-- del ego. Así surgió Jaad. Un personaje sobre otro personaje, un fantasma sobre otro fantasma, ¿o tal vez debo decir un ruido sobre la melodía del ser?

Porque hubo momentos en que me quedé solo conmigo mismo y me asomé al abismo que dentro de mi parecía insondable, un hueco por donde podía mirar la extrañeza de alguien parecido a mí, sus huellas transparentes y amorfas, cierta voracidad lúcida por desconocida y libre.

¿Quién era yo? Lo supe y olvidé. Tanto rodar para terminar en el mismo sitio, tanto huir de las palabras para concluir en la impotencia del lenguaje con que me nombraba a gritos. No había necesidad de vociferar ni siquiera de hablar.

Un día llegó Buda y me dijo:

--¿Quieres de verdad parar de una vez esta locura?

Y comenzó entonces la locura del ego espiritual.Pero esto es otra historia con sus anécdotas tan viles como cualquier otra.

Quien se adentra en el mundo termina devorado por el mundo. Quien se aventura en el espíritu termina devorado por la ausencia de espíritu.

En ambos mundos el ego tiende sus trampas, todas abyectas. El mundo tiene sus cárceles de promiscuidad y odio. El espíritu tiene prisiones de oro y falsedad.

¿No es cierto que de lo ridículo a lo sublime no hay más que un paso? Es el paso en falso del ego ilusorio que inventa la retahíla fantasiosa de un delirio alucinante: mi yo, mis creencias, mi libertad, mi patria, mi cultura, mi vida, mi muerte, y todo ese etcétera tan sofisticado de mentiras, tan hermoso de esclavitud.

Cuando bajé el fuego de las pasiones, de los deseos, de las ilusiones, el agua hirviendo de mi mente dejó de amenazar con desbordarse. Sólo así es que pude asomarme sin aspavientos para ver --como narciso envejecido-- mi rostro en la olla caliente donde cocía una sopa podrida.

Entonces comencé a reír.

Por fin era la risa de la cordura.