harakiri 2

Ahora que ya sé que voy a morir--hay que mantenerse ecuánime hasta el final-- ningún gesto es inútil, y más que nunca, la pregunta: ¿Cómo pulsas el tiempo? ¿Cómo te corta, te escande, te rompe, eso que llamamos tiempo?


Un rodeo necesario. 

Hoy, a los 47 años, sin dinero para comer o pagar un alquiler, fuera de mi país y sin poder regresar --y tampoco sé si en verdad lo deseo-- sin libros publicados (sólo uno, digamos que casi de casualidad) sin oficio ni profesión, a trompicones conmigo mismo, después de las últimas rupturas amorosas, después de media vida intentando construir mi yo venidero, justo ahora, en el instante impersonal en que somos todos porque somos nadie, saco la cabeza, y ya que sé que voy a morir, sin ansiedad, pretendo dejar un trazo, un trozo…

Fue largo el camino, difícil, confuso, con accidentes, muchos riesgos, grandes y pequeñas locuras, delirios narcisistas, equivocaciones, dolor, manipulación para con otros, proyecciones egoístas, inconformidades, momentos muertos, y de retroceso, de miedos, cobardía, impotencia, esperanzas, ilusiones y falsas ilusiones, en fin, largo camino --proceso largo-- donde pude haber terminado loco, preso, muerto, suicidado, idiotizado…

Un trazotrozo de vida, una puerta trasera abierta, un soplo…

Otro rodeo necesario.

Todo empezó así:

Agramaticaesquizarnos…lo supe tiempo después (veinte años después para ser exactos, si acaso podemos serlo) pero incluso ya lo sabía --porque lo sentía-- antes de saberlo…

Agramatical…Esquizarnos…

Huir de la gramática establecida --tu cultura, tu lengua, tu moral, el Estado, tu país, la patria, esos valores que te imponen y por los cuales estarías dispuesto a matar o hasta perder tu propia vida por ellos-- huir de un guión que te imponen y repites como tuyo y memorizas, y en fin, dejas que vivan tu vida por ti…

Esquizarnos…No volvernos esquizos pero sí aprender de ellos…

Huir de lo establecido como un puñado de hormigas locas…

La primera lección me la dio mi hermano Rubén Duarte, cuando yo tenía apenas doce años. No soy culpable de dos mil siglos de cultura, de moral, de atropellos, de injusticias…dijo (no fueron palabras textuales, pero casi), y luego puso en mis manos un libro: El hombre mediocre…

No sé cómo ni porqué, ni importa saberlo ya. Pero fue ahí cuando me dije: no quiero ser eso. Y asocié: No soy culpable de dos siglos de mediocridad. 

Parece simple. Tal vez lo sea. No importa. No por simple deja de ser importante.

Primera lección sobre ética, y primera lección para verdaderamente saber leer, aprender a leer: asociar. Nsabrás leer hasta que no sepas asociar --idea de Ricardo Piglia-- y tendrás que leer en busca de nuevos valores, ideas, afectos --idea de mi hermano Rubén, mi primer buda.

Por tanto ser agramatical, esquizarnos será posible --me dije aunque con otras palabras, en lenguaje rudimentario, todavía gramatical, paranoico-- si aprendo a asociar, y así poder encontrar (o inventar) las nuevas ideas, los valores nuevos, otros afectos... 

Un trazotrozo de vida, una puerta trasera abierta, un soplo…

Ahora que ya sé que voy a morir ningún gesto es inútil...

Ahora cuando todo va a terminar, justo comienzo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario