Escribir debería ser para mí una rebeldía contra mi propio conformismo e hipocresía. Ser un perro. No creer en "la literatura". No negar al otro cuando me afirmo. Ser antidialéctico. No vivir del resentimiento. Ni memoria gangrenosa ni predicciones de feria. Hacer el té y partir. Jaad--que no existe--regresa.
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